Se extingue por fin 2012, un año terrible para la mayoría de las personas. Hemos perdido derechos, nos hemos empobrecido… Estamos sufriendo el mayor ataque contra el Estado de Bienestar y también contra el Estado de las Autonomías. No pretendo hacer un análisis (para eso os recomiendo leer Un año de involución). Con la que está cayendo y las previsiones con que nos amenazan para 2013, ¿cabe una felicitación de año nuevo convencional? Claro que quiero que seamos todos felices, pero suena tan hueco en estos días… El futuro será terrible, si no hacemos nada por evitarlo. Pero también podrá ser mejor si lo hacemos posible. Entre tantas malas noticias de este año que expira, tampoco podemos olvidar algunas buenas: las mareas que llenan de colores nuestras calles en defensa de los servicios públicos, las plataformas Stop Desahucios que han puesto el dedo en la llaga de la tragedia de centenares de miles de familias sobreendeudadas, la dignidad de la lucha de los trabajadores, los innumerables gestos de solidaridad, incluso entre desconocidos (un abrazo, Willy)…
Si hemos sobrevivido a 2012, cómo no vamos a poder aguantar todas las maldades que nos prepara 2013. Resistir es vencer. No queda otra. Eso quiero decir cuando os deseo a tod@s un feliz año nuevo.
El blog de Chesús Yuste 