Defendiendo las energías renovables

Intervención de Chesús Yuste, en defensa de la proposición no de ley del G.P. IU, ICV-EUiA, CHA: La Izquierda Plural, en apoyo de las energías renovables. (Comisión de Industria, Energía y Turismo, 25/09/2012).

El señor YUSTE CABELLO: Las energías renovables son el futuro, son la opción imprescindible para responder al desafío del cambio climático, nos garantizan la independencia energética y generan actividad económica y empleo en el territorio, por lo que deben formar parte del nuevo modelo productivo que nos ayude a salir de la crisis económica actual. Sin embargo, en lugar de optar por una revolución energética, por una reforma energética limpia y renovable, el Gobierno del Partido Popular está empeñado en frenar el desarrollo de las energías renovables provocando unas consecuencias sociales, económicas y ambientales que nos parecen graves.

Resulta enormemente significativo que la primera medida energética de este Gobierno haya sido el Real Decreto-ley 1/2012, que suprime los incentivos económicos para las nuevas instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes renovables. La excusa, como ya sabemos, es el déficit tarifario, como si la culpa de ese presunto desequilibrio de costes del sistema eléctrico español fuera principalmente achacable a las energías renovables y no a otras causas. El frenazo a las energías renovables, a través de ese Real Decreto-ley 1/2012, ha puesto en serias dificultades a un sector industrial que en estos momentos de grave crisis económica es de los pocos que tenía claras opciones de consolidarse y de crear alternativas a la dependencia energética del exterior. Este es el único o uno de los pocos sectores que está creando empleo de una forma extendida en el territorio, especialmente en el medio rural. Recordemos que por cada empleo que se genera por parte de otra fuente energética, en las energías renovables se generan quince. Esta decisión del ministro Soria, dictada por las grandes compañías eléctricas, ha supuesto un golpe mortal para el nuevo tejido industrial que se ha ido generando en el campo de las energías renovables, especialmente en el sector de la fotovoltaica, que ha visto cómo se paralizaban muchas inversiones en diversos municipios. Algo que podría haberse producido, a pesar de la crisis, pero que el decretazo del señor Soria ha hecho inviable. Queremos recordar aquí el gesto del alcalde de Alburquerque viniendo hasta Madrid desde su municipio, donde se han paralizado varias inversiones industriales importantes por culpa de este real decreto-ley, y las semanas que estuvo en huelga de hambre, etcétera, reclamando del Gobierno una solución, no para su caso particular, sino para un problema que está afectando a muchísimos municipios en diversas comunidades autónomas.

Mientras el Gobierno apuesta por los sondeos petrolíferos en áreas turísticas o por la prórroga de las centrales nucleares obsoletas, está echando el freno a las energías renovables en las que el Estado español se había situado a la vanguardia en los últimos años. Esa política está teniendo consecuencias negativas para la economía, porque se está renunciando a inversiones que son más que necesarias en estos tiempos de crisis; para el empleo, en un sector que ha valorado que pueden destruirse unos 10.000 puestos de trabajo, que son las dos terceras partes del empleo que se genera en energías renovables; y también para el medio ambiente, porque renunciar al desarrollo de las energías renovables implica renunciar a cumplir los compromisos adquiridos por el Estado español en la reducción de emisiones que deberían llevarnos -quiero recordarlo aquí- a un 20% de energía producido por renovables en el año 2020.

La reforma energética que se nos anuncia ahora por el Gobierno tampoco pinta un buen escenario para las energías renovables, que resultan especialmente castigadas si las comparamos con otras fuentes no limpias.

Por todo ello, desde el Grupo Parlamentario de La Izquierda Plural proponemos rechazar el Real Decreto-ley 1/2012, instar al Gobierno a derogarlo y a sustituirlo por una nueva legislación que fomente las energías renovables con el objetivo, al menos, de alcanzar en el año 2020 un 20% del consumo eléctrico procedente de las mismas, es decir, cumplir con nuestros compromisos internacionales. Asimismo proponemos que en seis meses el Gobierno presente un plan de reducción de emisiones, apoyado precisamente en las energías limpias, y que en tres meses apruebe un real decreto que facilite el autoconsumo y la venta de energía excedentaria a la red eléctrica. Queremos que las energías renovables no sean el futuro, sino que sean ya el presente. Por mucho que estemos asediados por la crisis económica, tampoco podemos olvidar el desafío ambiental global que supone el cambio climático y la oportunidad que nos brindan las energías renovables para apostar por un nuevo modelo de desarrollo más limpio, más sostenible y que nos permita salir de la crisis.

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