Anoche fue una noche para la historia. Tras cuatro años de silencio, el aragonesismo regresaba al Congreso de los Diputados. La coalición La Izquierda de Aragón, creada en tiempo récord, lograba todos sus objetivos. Como dijimos en campaña, sumábamos para multiplicar, recibiendo muchos más votos que la simple aritmética de los dos sumandos, CHA e IU. Teníamos motivos para exteriorizar la satisfacción y la alegría por el éxito electoral cosechado. Habíamos hecho un gran esfuerzo que había logrado frutos.
Pero la alegría no podía ser completa, por supuesto, con esa marea azuloscuracasinegra que nos ha venido encima. Cual bandada de gaviotas capaz de oscurecer el cielo, la mayoría absoluta del PP nos amenaza como aquella otra de Aznar en 2000 que fue terrible.
Una amiga me escribe en Facebook: «En una noche negra dais luz». Así es, frente a la mayoría abosluta de Rajoy, La Izquierda de Aragón va a reforzar un potente Grupo Parlamentario de la Izquierda Plural que sin duda va a ser la referencia de la oposición. Al menos, mientras otro grupo más numeroso se lame las heridas y llegue a asumir la renovación que le exigen estos resultados. La debacle del PSOE tiene una clara explicación: cuando gobierna y hace políticas de derechas, pierde. Sin paliativos. Le ocurrió en mayo en las autonómicas y le ha pasado ayer también.
Por mi parte, recojo con orgullo y con enorme responsabilidad el testigo de José Antonio Labordeta, y me comprometo a ser el Diputado de Aragón que traslade las reivindicaciones de la ciudadanía aragonesa a la tribuna del Congreso. Tengo mucha faena por delante, pero sé que cuento con tod@s vosotr@s, los 75.000 aragones@s que han confiado en nosotros. Muchas gracias.
El blog de Chesús Yuste 