Con temperaturas de récord, el pasado domingo día 15 participé en la Feria del Libro de Jaca, en el Paseo de la Constitución, donde pude atender al público en la caseta de la editorial Xordica.
Armado con mi clásico bolígrafo verde, ideal para dibujar tréboles y firmar dedicatorias, pude reencontrarme con los lectores tras estos largos meses de pandemia. Una gran oportunidad para saludar a viejos compañeros y conocer a nuevos lectores, amantes de la novela negra o apasionados de Irlanda.
Fue grato seguir promocionando La memoria de la turba, mi novela más reciente, pero aún más lo fue comprobar el interés de los visitantes por Asesinato en el Congreso y por los relatos irlandeses de Regreso a Innisfree, después de tanto tiempo. ¡Vivan los libros!