Ayer en La Pantera Rossa tuve el placer de conocer al periodista vizcaíno Gorka Andraka, que vino a presentar a Zaragoza su libro de relatos Chiribitas. Historias que prenden la vida (editado por Libros en Acción). Un gran libro lleno de pequeñas historias de vida y esperanza, que nos trasladan desde su Armintza natal hasta Palestina o el Sáhara, desde el arbol de Bilbao la Vieja hasta la selva de Chiapas, un recorrido a través de los comentarios de los amigos en el bar o de la mirada inocente de su hijo Lier y , siempre, deslizándose por las chiribitas de Gorka y las maravillosas ilustraciones de Cristina Sáez.
Me invitaron a leer este relato sobre el conflicto que emponzoña Oriente Medio visto a través de los ojos de dos niñas y del saludo hebreo que significa paz, paradójicamente. Espero que os guste tanto que acudáis corriendo a comprar el libro. Lo merece.
La pelota de la paz
Un cuento de Gorka Andraka
“Shalom”, saludan los soldados israelíes a las puertas del muro de su vergüenza. Y sientes una punzada en el pecho. “La paz es la palabra que atesora el viajero para el cruce en el camino con el viajero”, recuerda Mahmoud Darwish, el poeta palestino. “Shalom”, humilla con su paz armada hasta las lenguas. Palabra de soldado. La muerte de la palabra.
Amal y Dana aguardan su turno en Belén. Pacientes. Chiquitas. Con el uniforme del colegio y la mochila cargada de libros. Hormiguitas de la paz. De aquí para allá. La escuela y la casa separadas por la gigantesca pared del apartheid. “La paz es un tren con pasajeros que van o vienen de excursión por las afueras de la eternidad”, fantasea Darwish.
“Shalom”, insisten los soldados. Y las niñas, imperturbables, prosiguen la marcha tras cruzar el muro. De este lado, entre las infinitas pintadas que lo acusan, cuelga también su reclamo: “Give me my ball back”. Devuélveme mi balón.