Ayer libreros, editores y, sobre todo, escritores vivimos en el Paseo de la independencia de Zaragoza un día grande, «el mejor Día del Libro de la década», como titula Heraldo. Una jornada espectacular con un río de gente en la calle disfrutando del buen tiempo, ojeando y comprando volúmenes de todos los colores y estilos.
Yo disfruté mucho, sin parar apenas de firmar ejemplares de Asesinato en el Congreso e incluso de Regreso a Innisfree. Mi mano y mis bolígrafos verdes aguantaron hasta agotar existencias. Un día para recordar. Lo reconoce El Periódico de Aragón: «Entre las firmas, Chesús Yuste en Los portadores de sueños fue uno de los grandes triunfadores ya que no dejó de recibir lectores de su Asesinato en el Congreso».
Muchas gracias a todos los lectores y lectoras, amigos y desconocidos, que me saludaron ayer en la mesa de Portadores de Sueños por la mañana, donde coincidí con las escritoras Marisancho Manjón y María Pérez Heredia, y en la de Xordica Editorial por la tarde, junto al artista Chema Agustín.
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